Artículo original publicado en The Lancet
El insomnio es una enfermedad frecuente en la práctica clínica que se puede presentar independientemente con otros desórdenes de tipo médico o psiquiátrico.
En cualquier caso, necesita tratamiento por si sólo.
En las diferente opciones terapéuticas posibles,
la benzodiazepina y las terapias de comportamiento cognitivo son soluciones que han demostrado evidencias empíricas.
Benzodiazepina demuestra efectos rápidos para tratamientos de insomnio a corto plazo, pero su efectividad a largo plazo es escasa y aparte las drogas de tipo hipnótico pueden estar asociadas con efectos secundarios adversos.
Las terapias de tratamiento cognitivo es una eficaz alternativa para el insomnio crónico, y produce mejoras del sueño a lo largo del tiempo además de ser terapias aceptadas por los pacientes.
El tratamiento cognitivo no suele estar presente en la mayoría de clínicas, aunque el acceso al tratamiento de este tipo de terapias tiene la ventaja de que puede realizarse de forma más ágil y fácil a través de consultas telefónicas, grupos de terapias y consultas individuales.
La combinación de terapias de tratamiento cognitivo junto con algún tipo de medicamento puede optimizar los resultados, aunque la evidencia en la integración clínica de la práctica de este tipo de terapias es escasa.
Los trastornos del sueño o desórdenes del sueño (también conocidos con el nombre de enfermedades del sueño o patologías del sueño o incluso trastornos del dormir, según el país hispanohablante de que se trate) son un amplio grupo de padecimientos que afectan el desarrollo habitual del ciclo sueño-vigilia. Algunos trastornos del sueño pueden ser muy graves e interferir con el funcionamiento físico, mental y emocional del individuo.
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