La apnea del sueño es un problema que afecta a más de 12 millones de estadounidenses cada año, pero no sólo implica falta de sueño sino que también afecta a otros factores esenciales en nuestra calidad de vida.
Numerosos estudios han demostrado que aquellos que padecen la apnea del sueño también sufren más altas tasas de disfunción sexual.
En un estudio publicado por "The Journal of Sexual Medicine" sobre mujeres entre 18 a 64 años mostraron que aquellas que padecían apnea del sueño eran más proclives a perder el líbido y sufrir falta de apetito sexual.
Estudios pasados han relacionado la apnea del sueño con disfución eréctil en hombres, como un estudio alemán del 2009 que el 70% de hombres que sufrían apnea del sueño sufrían disfunción eréctil.
Un estudio de la Universidad de Lousville demuestra que la falta de oxígeno causada por la apnea del sueño provocaba una disminución del 55% de las erecciones espontáneas.
La apnea del sueño produce interrupciones en la respiración durante el sueño que implican disminuciones de oxígeno en sangre a lo largo de la noche. Ésto puede provocar que disminuyamos la capacidad de nuestro cuerpo para producir testosterona, relacionado con el apetito sexual.
Los trastornos del sueño o desórdenes del sueño (también conocidos con el nombre de enfermedades del sueño o patologías del sueño o incluso trastornos del dormir, según el país hispanohablante de que se trate) son un amplio grupo de padecimientos que afectan el desarrollo habitual del ciclo sueño-vigilia. Algunos trastornos del sueño pueden ser muy graves e interferir con el funcionamiento físico, mental y emocional del individuo.
Buscar este blog
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario